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Probióticos, tu ejército interior

Probióticos, tu ejército interior

¿Has escuchado hablar de los probióticos? Quizás los asocies con populares botellitas de lácteos que prometen fortalecer tus defensas, pero son mucho más que eso. Si bien la publicidad los ha puesto de “moda”, su importancia y beneficios son reales. Aquí te contamos por qué.

Los probióticos son microorganismos vivos, principalmente bacterias como Lactobacillus y Bifidobacterium, que se incluyen en los ingredientes de algunos alimentos y también se venden como medicamentos. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirman que al ser consumidos en cantidades adecuadas, proporcionan efectos benéficos para el organismo.

Para que no te asustes con esto de las bacterias, es importante recordar que el organismo ¡ya está lleno de ellas! El intestino, principalmente el colon, es el que alberga la mayor cantidad. A dicho conjunto de bacterias se le llama flora o microbiota intestinal.

El correcto funcionamiento de la flora intestinal es fundamental para tener un buen estado de salud, ya que ayuda a la digestión, absorción y síntesis de nutrientes para el organismo, y además crea una barrera de bacterias “buenas” que impiden el paso de microorganismos patógenos.

Si bien con el avance de la edad, hay un natural descenso en el número de bacterias beneficiosas, actualmente, factores como el estrés, dietas desequilibradas, el consumo de tabaco y alcohol, intolerancias alimentarias, uso y abuso de antibióticos o laxantes, enfermedades, entre otros, también desequilibran la microbiota intestinal. Es por ello que el consumo habitual de probióticos ayuda a restaurarla y fortalecerla, además de mantenerla equilibrada y variada.

Beneficios del consumo de probióticos y prebióticos

Seguro que también has escuchado sobre los prebióticos, así que es importante no confundirlos, porque no son lo mismo, aunque sí son igual de favorables. A diferencia de los probióticos, los prebióticos son sustancias sin vida. Se trata de un tipo de hidrato de carbono complejo o fibra, que estimula el crecimiento de las bacterias beneficiosas en el intestino. Es decir, ayuda a potenciar la acción de los probióticos, por lo que son complementarios.

Otra diferencia es que los prebióticos no son añadidos artificialmente a los alimentos, sino que forman parte de ellos. Puedes encontrarlos en verduras como la alcachofa, cebolla, puerro, espárrago, achicoria, ajo, papas, también en las legumbres, trigo y sus derivados, avena, cebada y plátano.

Con respecto a los probióticos, puedes obtenerlos mediante el consumo de alimentos como yogurt, bebidas lácteas y quesos. En el caso de vegetarianos y veganos, también pueden encontrarlos en el chucrut, aceitunas, tempeh, pepinillo, kéfir, kombucha (té verde endulzado y fermentado), además de los lácteos especiales disponibles en el mercado.

Los efectos del consumo de probióticos y prebióticos varían de acuerdo a la cepa de cada bacteria. Lo cierto es que las investigaciones siguen descubriendo beneficios de su consumo, tales como:

  • Estabilizan la flora intestinal
  • Estimulan las defensas del organismo
  • Previenen la gastroenteritis, dolores estomacales, vómitos y diarrea
  • Combaten trastornos digestivos como colon irritable y enfermedad de Chron
  • Favorecen el tránsito intestinal
  • Disminuyen el riesgo de padecer cáncer de colon
  • Previenen manifestaciones alérgicas como rinitis o eczema atópico
  • Ayudan a regular el colesterol
  • Alivian la fatiga crónica y la inflamación

Si te interesa consumir probióticos como un buen hábito o de forma preventiva, basta con que incluyas en tu dieta una porción diaria de los alimentos que los contengan. Pero ¡ojo!, si necesitas ingerirlo como tratamiento, es distinto. Por ejemplo la cantidad de probióticos que aporta el yogurt es muy baja, por lo que el efecto benéfico es casi nulo. En estos casos, lo mejor es consultar con tu médico para conocer la dosis que necesitas y si es que requieres comprimidos o suplementos adicionales.

Recuerda, los efectos beneficiosos de los probióticos y prebióticos se logran con una ingesta regular y sostenida en el tiempo, que también debe ir acompañada de hábitos de vida y alimentación que sean saludables.